febrero 11, 2008

Presente

Regalar tiempo. Reencontrarme en tus ojos. Gustarme en tu reflejo.
La belleza sigue ahí en las cualidades que disfrutaba, como los gestos, la risa, la labia.
Sentimos nostalgia de los días locos en los que la vida no nos cuestionaba y nos dejábamos ir y venir, sin miedo.

Poner un moño a una historia es guardar en una caja especial un presente que la vida te dio. No es el fin, es un regalo que más adelante, al abrirlo, traerá de vuelta toda esa felicidad de antaño.

La vida sigue y algún día nos veremos para volver a abrir la caja y dejarnos envolver por su magia.

Doy las gracias por haberte conocido y te doy las gracias por seguir creyendo en mi. Gracias por toda la felicidad y todo el dolor, por la ilusión, la certeza, la fe... gracias por tu @mor.




Este sábado al llegar a casa empecé a cerrar ciclos.
Y el domingo, dormí, dormí, dormí...

1 comentario:

Maebah dijo...

Triste, es lo único que puedo decir de este escrito, triste y a la vez bello, como una especie de resignación...lo sabes, escribes hermoso!