febrero 12, 2007

Paciencia de pescador




Este mes hice una sorprendente cola de 6 horas. A partir de ese día me he fijado que para todo debemos hacer una cola, una fila real o imaginaria; en las horas y minutos que pasamos en colas obligatorias y en aquellas que placenteramente nos inventamos.
Colas de banco, del cable, las tortillas, el pan, el super, firmar asistencia, servirte de comer, hablar, encontrar el amor, afiliarte a una religión, encontrar al destino, entrar al baño, etc., etc..

Ayer recordé aquella "anécdota-chiste local-reflexión alcoholizada" de: "pero cada mañana falta un día menossshh", que equivale a hacer cola para encontrar ciertas cosas en la vida.
Y efectivamente, cada mañana falta un día menos, aunque para algunas de nosotras la espera en la cola del destino se nos ha hecho un poco larga.

Este mes aprendí que el chiste es pasarla bien en la cola real o imaginaria, porque somos nosotras quienes decidimos formarnos ahí. Todas las esperas siempre terminan.